Nuestro sitio de Permacultura se encuentra en un lugar muy tranquilo en las montañas, tiene linde con un arroyo y un bosque. Muy bonito, si, pero también tiene sus consecuencias. Y es que entran animales del bosque, tenemos un vallado extenso y en varios sitios se encuentra dañado, asi que entran con facilidad. Hemos podido ver corzos, pero también hemos encontrado el rastro de jabalís (o eso parece).
En esta foto tenemos una higuera que al poco de ser plantada nos la encontramos arrancada de cuajo, volvimos a plantarla y rebrotó pero al cabo de unos seis meses volvió a sufrir un nuevo ataque. No se si aguantará la pobre…

También en aquellos tiempos plantamos en un talud próximo a la casa una sucesión de arándanos, grosellas y frambuesas, pero nuestro gozo en un pozo. En una sola noche se las cargaron por completo. Nos encontramos todos los plantones desenterrados, desgarrados y secos. No los volví a poner, lo intentaremos mas adelante cuando tengamos claro como prevenir estos ataques.

Dos nísperos que estaban tirando bastante bien, uno nos lo encontramos partido el tronco a 20 cm del suelo, el otro todo desgarrado en su corteza. Por suerte son vigorosos y han rebrotado otra vez. Aquí sigue una foto de un manzano que como se ve tiene la corteza muy dañada, por suerte el daño ha sido parcial y ha rebrotado otra vez.

Todo esto nos lleva a plantearnos seriamente la reparación del vallado, lo hemos ido dejando estar debido a que estamos hablando de casi 500 m lineales de cercado, eso es mucho trabajo. También y como prevención añadida, proteger los troncos con un canuto de plástico como se hace en muchas plantaciones.