Ya hace unos dos años y medio que hicimos el camino de acceso desde la linde a la borda, y en ese tiempo he ido sacando fotos para ver su evolución, aquí incluyo varias de ellas. Hemos tenido algunos problemas y también hemos aprendido varias cosas, se podían haber hecho las cosas de otra manera pero estamos satisfechos del resultado final. Si alguien tiene que hacer algo parecido espero que lo que aquí cuento le sirva de orientación.
En primer lugar unas fotos sobre la construcción del camino, que se realizó en Septiembre de 2008 y tardó unos 10 días en ejecutarse. Tras el movimiento de tierras necesario se depositó una primera capa de piedra caliza, como puede verse a continuación:
Sobre la capa anterior se deposita una segunda capa de una piedra llamada ofita, tiene un color terroso y es mas barata que el todo-uno que se emplea a menudo para hacer caminos de este tipo. Una vez hecho esto se riega el camino para que el agua penetre en el y luego se apisona, con ello queda preparado para su uso. La foto que sigue se tomo antes de ese riego y apisonado final:
Aquí donde nos encontramos llueve mucho y es necesario (o por lo menos recomendable) que el camino tenga una capa de piedra como las que cito, además de dar firmeza a la superficie permite que esté bien drenada y no se convierta en un barrizal. Y hemos tenido la oportunidad de comprobar que esto es necesario.
Al hacer el movimiento de tierras se aprovechó para hacer una zanja de infiltración. Esta zanja es tierra compactada, y sirve para recoger el agua que llega al camino, parte de ella se infiltra y el resto se conduce por la misma a un punto de recogida. Para que este sistema sirva la pendiente tiene que ser reducida, en Permacultura se recomienda 1:400 ya que de ese modo el agua corre a la velocidad del paso de una persona y no hay erosión del terreno. En la foto que sigue podemos ver la zanja y también se aprecia como han ido creciendo las hierbas adventicias. La foto se tomo en verano de 2009, un año después de realizar el camino:
Uno de los problemas que hemos tenido es que debido a la forma de nuestro terreno no hemos podido respetar la pendiente indicada mas arriba, con el consiguiente riesgo de erosión. A los seis meses de realizar el camino tuvimos unas lluvias muy intensas, en la foto que sigue puede apreciarse que la zanja cumple con su función, pero también vemos que la cantidad de agua que fluye es importante, de hecho brota ahí en el llano, tenemos un punto de surgencia cuando las lluvias son fuertes.
Y aquí vemos el punto en el que la pendiente es mayor y el agua ha rebasado la zanja de infiltración, produciendose erosión, en este punto el ancho del camino se ha reducido a la mitad y no puedo pasar con el coche, es un tema pendiente que espero resolver este invierno, pero sirva para ver la que se puede montar.
Esta otra foto se tomó también en verano de 2009, puede verse como brotan algunas hierbas en el interior del camino, a pesar de tener unos 30 cm de espesor en piedra. La naturaleza se abre paso, ya lo veis…
Esta se ha tomado en verano de 2010, la hierba ha crecido tanto que no se llega a ver el camino, pero ahí está. Varias personas nos han dicho que eche herbicida en el camino pero nos hemos negado, aquí practicamos permacultura y tratamos de «convertir los problemas en soluciones» 🙂
Por último esta foto se tomó en Octubre de este año, y vemos el camino en el estado al que queríamos llegar: sólido y firme, bien drenado, sin que ello impida el tener algo de hierba, pero siempre lo bastante corta para poder entrar con el coche sin problemas. Está bien integrado en el paisaje y es fácil de mantener cortado mediante desbrozadora o cortacésped, aportando los restos a la pila de compost.